Servicios Sociales

Respiro familiar en Canarias: un derecho necesario para quienes cuidan

Respiro familiar en Canarias: un derecho necesario para quienes cuidan

Respiro familiar en Canarias: un derecho necesario para quienes cuidan

15 jul 2025

15 jul 2025

15 jul 2025

Persona de Ocide cuidando a niños
Persona de Ocide cuidando a niños
Persona de Ocide cuidando a niños

Cuidar es un acto de amor. Pero también es una responsabilidad enorme, constante y, a menudo, invisible.

Miles de personas en Canarias en su mayoría mujeres cuidan a diario de familiares en situación de dependencia. Lo hacen sin descanso, sin turnos, sin vacaciones. Lo hacen con compromiso, pero muchas veces sin relevo. Y esa entrega, aunque silenciosa, tiene un coste: físico, emocional y mental.

¿Qué es el respiro familiar?

Los programas de respiro familiar nacen precisamente para acompañar a quienes cuidan. Son servicios organizados que permiten que la persona cuidadora disponga de un tiempo para sí misma unas horas, un fin de semana o incluso varios días mientras la persona dependiente es atendida por personal cualificado, en condiciones seguras y dignas.

Este tipo de apoyo no es un lujo ni una ayuda puntual. Es una necesidad estructural dentro del sistema de cuidados. Tal y como señala la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, los cuidadores informales están en riesgo constante de sobrecarga, aislamiento y agotamiento. Y si ellos se derrumban, todo lo que sostienen también lo hace.

OCIDE y su compromiso con el cuidado sostenible

En OCIDE llevamos años trabajando con ayuntamientos y administraciones públicas para diseñar y ejecutar programas de respiro familiar adaptados a cada realidad local. Nuestro enfoque es claro: cuidar a quien cuida.

Contamos con equipos formados en atención sociosanitaria, trabajamos con criterios de calidad, personalización y calidez, y garantizamos que las personas dependientes reciban una atención profesional mientras su entorno directo recupera energía, salud y bienestar.

Cuidar sin descanso no es sostenible

En Canarias, donde muchas veces el cuidado se asume dentro del entorno familiar sin apenas recursos públicos disponibles, el respiro familiar representa una medida de justicia social y de equidad de género. Permite que las mujeres mayoritarias en estas tareas puedan tener espacio para trabajar, estudiar, descansar o, simplemente, vivir.

Además, estos programas fortalecen la red comunitaria, visibilizan el valor del cuidado y mejoran la calidad de vida tanto de quien cuida como de quien es cuidado.

¿Y si cuidar también fuera descansar?

Promover el respiro familiar no significa abandonar responsabilidades. Significa compartirlas. Significa reconocer que nadie puede cuidar bien si no se cuida a sí mismo. Significa avanzar hacia una sociedad más justa, donde el cuidado no sea una carga solitaria, sino una red compartida.

Cuidar es un acto de amor. Pero también es una responsabilidad enorme, constante y, a menudo, invisible.

Miles de personas en Canarias en su mayoría mujeres cuidan a diario de familiares en situación de dependencia. Lo hacen sin descanso, sin turnos, sin vacaciones. Lo hacen con compromiso, pero muchas veces sin relevo. Y esa entrega, aunque silenciosa, tiene un coste: físico, emocional y mental.

¿Qué es el respiro familiar?

Los programas de respiro familiar nacen precisamente para acompañar a quienes cuidan. Son servicios organizados que permiten que la persona cuidadora disponga de un tiempo para sí misma unas horas, un fin de semana o incluso varios días mientras la persona dependiente es atendida por personal cualificado, en condiciones seguras y dignas.

Este tipo de apoyo no es un lujo ni una ayuda puntual. Es una necesidad estructural dentro del sistema de cuidados. Tal y como señala la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, los cuidadores informales están en riesgo constante de sobrecarga, aislamiento y agotamiento. Y si ellos se derrumban, todo lo que sostienen también lo hace.

OCIDE y su compromiso con el cuidado sostenible

En OCIDE llevamos años trabajando con ayuntamientos y administraciones públicas para diseñar y ejecutar programas de respiro familiar adaptados a cada realidad local. Nuestro enfoque es claro: cuidar a quien cuida.

Contamos con equipos formados en atención sociosanitaria, trabajamos con criterios de calidad, personalización y calidez, y garantizamos que las personas dependientes reciban una atención profesional mientras su entorno directo recupera energía, salud y bienestar.

Cuidar sin descanso no es sostenible

En Canarias, donde muchas veces el cuidado se asume dentro del entorno familiar sin apenas recursos públicos disponibles, el respiro familiar representa una medida de justicia social y de equidad de género. Permite que las mujeres mayoritarias en estas tareas puedan tener espacio para trabajar, estudiar, descansar o, simplemente, vivir.

Además, estos programas fortalecen la red comunitaria, visibilizan el valor del cuidado y mejoran la calidad de vida tanto de quien cuida como de quien es cuidado.

¿Y si cuidar también fuera descansar?

Promover el respiro familiar no significa abandonar responsabilidades. Significa compartirlas. Significa reconocer que nadie puede cuidar bien si no se cuida a sí mismo. Significa avanzar hacia una sociedad más justa, donde el cuidado no sea una carga solitaria, sino una red compartida.

Cuidar es un acto de amor. Pero también es una responsabilidad enorme, constante y, a menudo, invisible.

Miles de personas en Canarias en su mayoría mujeres cuidan a diario de familiares en situación de dependencia. Lo hacen sin descanso, sin turnos, sin vacaciones. Lo hacen con compromiso, pero muchas veces sin relevo. Y esa entrega, aunque silenciosa, tiene un coste: físico, emocional y mental.

¿Qué es el respiro familiar?

Los programas de respiro familiar nacen precisamente para acompañar a quienes cuidan. Son servicios organizados que permiten que la persona cuidadora disponga de un tiempo para sí misma unas horas, un fin de semana o incluso varios días mientras la persona dependiente es atendida por personal cualificado, en condiciones seguras y dignas.

Este tipo de apoyo no es un lujo ni una ayuda puntual. Es una necesidad estructural dentro del sistema de cuidados. Tal y como señala la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, los cuidadores informales están en riesgo constante de sobrecarga, aislamiento y agotamiento. Y si ellos se derrumban, todo lo que sostienen también lo hace.

OCIDE y su compromiso con el cuidado sostenible

En OCIDE llevamos años trabajando con ayuntamientos y administraciones públicas para diseñar y ejecutar programas de respiro familiar adaptados a cada realidad local. Nuestro enfoque es claro: cuidar a quien cuida.

Contamos con equipos formados en atención sociosanitaria, trabajamos con criterios de calidad, personalización y calidez, y garantizamos que las personas dependientes reciban una atención profesional mientras su entorno directo recupera energía, salud y bienestar.

Cuidar sin descanso no es sostenible

En Canarias, donde muchas veces el cuidado se asume dentro del entorno familiar sin apenas recursos públicos disponibles, el respiro familiar representa una medida de justicia social y de equidad de género. Permite que las mujeres mayoritarias en estas tareas puedan tener espacio para trabajar, estudiar, descansar o, simplemente, vivir.

Además, estos programas fortalecen la red comunitaria, visibilizan el valor del cuidado y mejoran la calidad de vida tanto de quien cuida como de quien es cuidado.

¿Y si cuidar también fuera descansar?

Promover el respiro familiar no significa abandonar responsabilidades. Significa compartirlas. Significa reconocer que nadie puede cuidar bien si no se cuida a sí mismo. Significa avanzar hacia una sociedad más justa, donde el cuidado no sea una carga solitaria, sino una red compartida.