


Permanencia escolar: una necesidad creciente en el archipiélago
Las aulas canarias no deberían apagarse cuando suena el timbre. Un programa de permanencia escolar prolonga la jornada en un entorno sin exámenes ni prisas donde los niños meriendan, repasan lo aprendido y se divierten con actividades que estimulan cuerpo y mente. En palabras del pedagogo Francesco Tonucci,
«la escuela debería ser un lugar donde quedarse por gusto, no solo por obligación»; estos espacios acercan su ideal al día a día de miles de familias.
De la conciliación familiar a la igualdad educativa
En un archipiélago cuyo tejido laboral se apoya en el turismo, el comercio o la hostelería sectores de horarios partidos y turnos rotativos, la permanencia escolar se convierte en una pieza clave de la conciliación familiar y laboral. El Gobierno de Canarias ha reforzado la oferta en varios municipios, ampliando plazas y subvenciones que alivian la carga de quienes no pueden contar ya con los abuelos, tradicionales pilares del cuidado. Pero la permanencia no es solo custodia. El Consejo Escolar del Estado confirma que los centros que abren por la tarde reducen el absentismo y frenan el abandono temprano España cerró 2024 con la menor tasa de su historia, un 13 % gracias a este apoyo estructurado. La investigación internacional va en la misma línea: la RAND Corporation documenta mejoras académicas y socioemocionales cuando los after‑school son intencionales, estables y dirigidos por personal cualificado, mientras que el National Center for Afterschool and Summer Enrichment subraya su capacidad para acortar la brecha entre familias con distintos ingresos.
Cinco claves que distinguen un buen programa
Los especialistas coinciden en que la calidad depende de cinco ingredientes: un proyecto pedagógico público y medible; monitores titulados y grupos reducidos que garanticen atención individual; un equilibrio explícito entre actividad física, aprendizaje y descanso que sume al menos tres horas estructuradas; una merienda saludable que fomente buenos hábitos; y un seguimiento personalizado que conecte con el tutor de la mañana. Antes de matricular conviene preguntar por la ratio monitor-alumno, el tipo de colación ofrecida, la variedad semanal de actividades y el protocolo de seguridad.
Granadilla de Abona: un ejemplo que inspira
En Granadilla de Abona (Tenerife), el ayuntamiento atiende a más de 300 escolares de octubre a junio con un horario vespertino 15.00 h a 17.00 h que combina refuerzo curricular, juegos cooperativos y educación en valores. La demanda crece cada curso y la satisfacción familiar se sitúa por encima del 95 %, según la memoria municipal.
Educar también es cuidar después del timbre
Los programas de permanencia escolar cuidan, educan y acompañan después del timbre, ofreciendo a las familias canarias una solución tangible y al alumnado un entorno estable para crecer. Elegir iniciativas con personal formado y objetivos claros transforma la tarde en un tiempo de oportunidades que refuerza el presente y proyecta un futuro más igualitario.
Permanencia escolar: una necesidad creciente en el archipiélago
Las aulas canarias no deberían apagarse cuando suena el timbre. Un programa de permanencia escolar prolonga la jornada en un entorno sin exámenes ni prisas donde los niños meriendan, repasan lo aprendido y se divierten con actividades que estimulan cuerpo y mente. En palabras del pedagogo Francesco Tonucci,
«la escuela debería ser un lugar donde quedarse por gusto, no solo por obligación»; estos espacios acercan su ideal al día a día de miles de familias.
De la conciliación familiar a la igualdad educativa
En un archipiélago cuyo tejido laboral se apoya en el turismo, el comercio o la hostelería sectores de horarios partidos y turnos rotativos, la permanencia escolar se convierte en una pieza clave de la conciliación familiar y laboral. El Gobierno de Canarias ha reforzado la oferta en varios municipios, ampliando plazas y subvenciones que alivian la carga de quienes no pueden contar ya con los abuelos, tradicionales pilares del cuidado. Pero la permanencia no es solo custodia. El Consejo Escolar del Estado confirma que los centros que abren por la tarde reducen el absentismo y frenan el abandono temprano España cerró 2024 con la menor tasa de su historia, un 13 % gracias a este apoyo estructurado. La investigación internacional va en la misma línea: la RAND Corporation documenta mejoras académicas y socioemocionales cuando los after‑school son intencionales, estables y dirigidos por personal cualificado, mientras que el National Center for Afterschool and Summer Enrichment subraya su capacidad para acortar la brecha entre familias con distintos ingresos.
Cinco claves que distinguen un buen programa
Los especialistas coinciden en que la calidad depende de cinco ingredientes: un proyecto pedagógico público y medible; monitores titulados y grupos reducidos que garanticen atención individual; un equilibrio explícito entre actividad física, aprendizaje y descanso que sume al menos tres horas estructuradas; una merienda saludable que fomente buenos hábitos; y un seguimiento personalizado que conecte con el tutor de la mañana. Antes de matricular conviene preguntar por la ratio monitor-alumno, el tipo de colación ofrecida, la variedad semanal de actividades y el protocolo de seguridad.
Granadilla de Abona: un ejemplo que inspira
En Granadilla de Abona (Tenerife), el ayuntamiento atiende a más de 300 escolares de octubre a junio con un horario vespertino 15.00 h a 17.00 h que combina refuerzo curricular, juegos cooperativos y educación en valores. La demanda crece cada curso y la satisfacción familiar se sitúa por encima del 95 %, según la memoria municipal.
Educar también es cuidar después del timbre
Los programas de permanencia escolar cuidan, educan y acompañan después del timbre, ofreciendo a las familias canarias una solución tangible y al alumnado un entorno estable para crecer. Elegir iniciativas con personal formado y objetivos claros transforma la tarde en un tiempo de oportunidades que refuerza el presente y proyecta un futuro más igualitario.
Permanencia escolar: una necesidad creciente en el archipiélago
Las aulas canarias no deberían apagarse cuando suena el timbre. Un programa de permanencia escolar prolonga la jornada en un entorno sin exámenes ni prisas donde los niños meriendan, repasan lo aprendido y se divierten con actividades que estimulan cuerpo y mente. En palabras del pedagogo Francesco Tonucci,
«la escuela debería ser un lugar donde quedarse por gusto, no solo por obligación»; estos espacios acercan su ideal al día a día de miles de familias.
De la conciliación familiar a la igualdad educativa
En un archipiélago cuyo tejido laboral se apoya en el turismo, el comercio o la hostelería sectores de horarios partidos y turnos rotativos, la permanencia escolar se convierte en una pieza clave de la conciliación familiar y laboral. El Gobierno de Canarias ha reforzado la oferta en varios municipios, ampliando plazas y subvenciones que alivian la carga de quienes no pueden contar ya con los abuelos, tradicionales pilares del cuidado. Pero la permanencia no es solo custodia. El Consejo Escolar del Estado confirma que los centros que abren por la tarde reducen el absentismo y frenan el abandono temprano España cerró 2024 con la menor tasa de su historia, un 13 % gracias a este apoyo estructurado. La investigación internacional va en la misma línea: la RAND Corporation documenta mejoras académicas y socioemocionales cuando los after‑school son intencionales, estables y dirigidos por personal cualificado, mientras que el National Center for Afterschool and Summer Enrichment subraya su capacidad para acortar la brecha entre familias con distintos ingresos.
Cinco claves que distinguen un buen programa
Los especialistas coinciden en que la calidad depende de cinco ingredientes: un proyecto pedagógico público y medible; monitores titulados y grupos reducidos que garanticen atención individual; un equilibrio explícito entre actividad física, aprendizaje y descanso que sume al menos tres horas estructuradas; una merienda saludable que fomente buenos hábitos; y un seguimiento personalizado que conecte con el tutor de la mañana. Antes de matricular conviene preguntar por la ratio monitor-alumno, el tipo de colación ofrecida, la variedad semanal de actividades y el protocolo de seguridad.
Granadilla de Abona: un ejemplo que inspira
En Granadilla de Abona (Tenerife), el ayuntamiento atiende a más de 300 escolares de octubre a junio con un horario vespertino 15.00 h a 17.00 h que combina refuerzo curricular, juegos cooperativos y educación en valores. La demanda crece cada curso y la satisfacción familiar se sitúa por encima del 95 %, según la memoria municipal.
Educar también es cuidar después del timbre
Los programas de permanencia escolar cuidan, educan y acompañan después del timbre, ofreciendo a las familias canarias una solución tangible y al alumnado un entorno estable para crecer. Elegir iniciativas con personal formado y objetivos claros transforma la tarde en un tiempo de oportunidades que refuerza el presente y proyecta un futuro más igualitario.