


Personas mayores en Canarias: del dominó a la creatividad, del silencio a la participación
Cuando hablamos de actividades para mayores, muchas veces seguimos anclados en un imaginario antiguo: bingo, dominó, pasatiempos. Pero la realidad de Canarias en 2025 es muy distinta.
En las islas, los centros de mayores se han convertido en espacios de vida, de creación, de diálogo intergeneracional y de participación comunitaria. Porque hablar hoy de personas mayores no es hablar solo de salud o dependencia: es hablar de autoestima, autonomía, creatividad y, sí, también de diversión.
Las generaciones que hoy participan ya no son pasivas
Las personas mayores que acuden a los talleres y actividades comunitarias han vivido dictaduras, migraciones, crisis económicas, transformaciones políticas y culturales profundas. Son personas activas, con historias que contar, con ganas de seguir aprendiendo y participando, que no quieren “entretenerse”, sino vivir con sentido.
Como se escucha a menudo en muchos centros:
“No venimos a envejecer, venimos a vivir.”
De lo ocupacional a lo significativo
El objetivo de las actividades ya no es simplemente “llenar el tiempo”, sino hacer que ese tiempo cuente. Por eso, desde las administraciones públicas, las asociaciones y entidades sociales se han multiplicado las propuestas innovadoras, como:
Talleres artísticos (pintura, cerámica, escritura creativa).
Rutas culturales por barrios y espacios patrimoniales.
Actividades físicas adaptadas (yoga, gimnasia suave, senderismo).
Clases de alfabetización digital o fotografía con móvil.
Proyectos de memoria oral y encuentros intergeneracionales.
Participación activa en la vida del barrio o municipio.
Envejecimiento activo: una apuesta política y social
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento activo como “el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen”.
En Canarias, esta visión ha sido incorporada a través de planes y políticas públicas que ponen en el centro la dignidad y la participación social de las personas mayores. Así lo reflejan documentos del Gobierno de Canarias como el Plan de Envejecimiento Activo y Saludable, y las múltiples experiencias que se desarrollan en islas como La Palma, Gran Canaria, Fuerteventura o El Hierro.
OCIDE: diseñando espacios donde vivir, no solo pasar el tiempo
Desde OCIDE trabajamos con ayuntamientos, cabildos y centros comunitarios para diseñar, gestionar y dinamizar actividades para personas mayores que respondan a esta nueva realidad social.
Lo hacemos apostando por:
Propuestas personalizadas por grupo de edad y nivel funcional.
Profesionales formados en gerontología, dinamización y salud comunitaria.
Metodologías participativas y centradas en la experiencia de vida.
Porque creemos que el derecho a participar, a aprender y a disfrutar no caduca. Y tampoco debería depender del código postal o del nivel económico.
Personas mayores en Canarias: del dominó a la creatividad, del silencio a la participación
Cuando hablamos de actividades para mayores, muchas veces seguimos anclados en un imaginario antiguo: bingo, dominó, pasatiempos. Pero la realidad de Canarias en 2025 es muy distinta.
En las islas, los centros de mayores se han convertido en espacios de vida, de creación, de diálogo intergeneracional y de participación comunitaria. Porque hablar hoy de personas mayores no es hablar solo de salud o dependencia: es hablar de autoestima, autonomía, creatividad y, sí, también de diversión.
Las generaciones que hoy participan ya no son pasivas
Las personas mayores que acuden a los talleres y actividades comunitarias han vivido dictaduras, migraciones, crisis económicas, transformaciones políticas y culturales profundas. Son personas activas, con historias que contar, con ganas de seguir aprendiendo y participando, que no quieren “entretenerse”, sino vivir con sentido.
Como se escucha a menudo en muchos centros:
“No venimos a envejecer, venimos a vivir.”
De lo ocupacional a lo significativo
El objetivo de las actividades ya no es simplemente “llenar el tiempo”, sino hacer que ese tiempo cuente. Por eso, desde las administraciones públicas, las asociaciones y entidades sociales se han multiplicado las propuestas innovadoras, como:
Talleres artísticos (pintura, cerámica, escritura creativa).
Rutas culturales por barrios y espacios patrimoniales.
Actividades físicas adaptadas (yoga, gimnasia suave, senderismo).
Clases de alfabetización digital o fotografía con móvil.
Proyectos de memoria oral y encuentros intergeneracionales.
Participación activa en la vida del barrio o municipio.
Envejecimiento activo: una apuesta política y social
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento activo como “el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen”.
En Canarias, esta visión ha sido incorporada a través de planes y políticas públicas que ponen en el centro la dignidad y la participación social de las personas mayores. Así lo reflejan documentos del Gobierno de Canarias como el Plan de Envejecimiento Activo y Saludable, y las múltiples experiencias que se desarrollan en islas como La Palma, Gran Canaria, Fuerteventura o El Hierro.
OCIDE: diseñando espacios donde vivir, no solo pasar el tiempo
Desde OCIDE trabajamos con ayuntamientos, cabildos y centros comunitarios para diseñar, gestionar y dinamizar actividades para personas mayores que respondan a esta nueva realidad social.
Lo hacemos apostando por:
Propuestas personalizadas por grupo de edad y nivel funcional.
Profesionales formados en gerontología, dinamización y salud comunitaria.
Metodologías participativas y centradas en la experiencia de vida.
Porque creemos que el derecho a participar, a aprender y a disfrutar no caduca. Y tampoco debería depender del código postal o del nivel económico.
Personas mayores en Canarias: del dominó a la creatividad, del silencio a la participación
Cuando hablamos de actividades para mayores, muchas veces seguimos anclados en un imaginario antiguo: bingo, dominó, pasatiempos. Pero la realidad de Canarias en 2025 es muy distinta.
En las islas, los centros de mayores se han convertido en espacios de vida, de creación, de diálogo intergeneracional y de participación comunitaria. Porque hablar hoy de personas mayores no es hablar solo de salud o dependencia: es hablar de autoestima, autonomía, creatividad y, sí, también de diversión.
Las generaciones que hoy participan ya no son pasivas
Las personas mayores que acuden a los talleres y actividades comunitarias han vivido dictaduras, migraciones, crisis económicas, transformaciones políticas y culturales profundas. Son personas activas, con historias que contar, con ganas de seguir aprendiendo y participando, que no quieren “entretenerse”, sino vivir con sentido.
Como se escucha a menudo en muchos centros:
“No venimos a envejecer, venimos a vivir.”
De lo ocupacional a lo significativo
El objetivo de las actividades ya no es simplemente “llenar el tiempo”, sino hacer que ese tiempo cuente. Por eso, desde las administraciones públicas, las asociaciones y entidades sociales se han multiplicado las propuestas innovadoras, como:
Talleres artísticos (pintura, cerámica, escritura creativa).
Rutas culturales por barrios y espacios patrimoniales.
Actividades físicas adaptadas (yoga, gimnasia suave, senderismo).
Clases de alfabetización digital o fotografía con móvil.
Proyectos de memoria oral y encuentros intergeneracionales.
Participación activa en la vida del barrio o municipio.
Envejecimiento activo: una apuesta política y social
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento activo como “el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen”.
En Canarias, esta visión ha sido incorporada a través de planes y políticas públicas que ponen en el centro la dignidad y la participación social de las personas mayores. Así lo reflejan documentos del Gobierno de Canarias como el Plan de Envejecimiento Activo y Saludable, y las múltiples experiencias que se desarrollan en islas como La Palma, Gran Canaria, Fuerteventura o El Hierro.
OCIDE: diseñando espacios donde vivir, no solo pasar el tiempo
Desde OCIDE trabajamos con ayuntamientos, cabildos y centros comunitarios para diseñar, gestionar y dinamizar actividades para personas mayores que respondan a esta nueva realidad social.
Lo hacemos apostando por:
Propuestas personalizadas por grupo de edad y nivel funcional.
Profesionales formados en gerontología, dinamización y salud comunitaria.
Metodologías participativas y centradas en la experiencia de vida.
Porque creemos que el derecho a participar, a aprender y a disfrutar no caduca. Y tampoco debería depender del código postal o del nivel económico.